Una de las primeras cosas que se ven al reservar la copia gratuita de Windows 10 es que está «diseñado para ofrecer velocidad», pues promete tiempos de arranque y reanudación reducidos, entre otras cosas. Pero, ¿es verdad que Windows 10 es mucho más rápido que su predecesor directo? Nosotros lo hemos puesto a prueba y aquí te mostramos el rendimiento del nuevo sistema operativo en diversas situaciones para analizar el tiempo de arranque, el rendimiento al trabajar, la fluidez de los juegos y la duración de la batería.
El dispositivo probado
En nuestro laboratorio, comenzamos las pruebas con un portátil multimedia: el Asus UX501.
Está equipado con un Core i7 (con una frecuencia máxima de 3,6 GHz), 16 GB de RAM, una tarjeta GeForce 960M GTX bastante potente y un SSD ultrarrápido de 128 GB. Es uno de los mejores dispositivos de 2015, y debería mostrar, de forma fiable, hasta qué punto Windows 10 es capaz de acelerar los procesos en comparación con Windows 8.1, la versión preinstalada.
Procedimientos seguidos en las pruebas
Para obtener unos resultados que se pudieran reproducir y comparar entre Windows 8.1 y Windows 10, instalamos de cero ambas versiones solo con los últimos controladores, además de nuestro software de pruebas de velocidad: PCMark 8. Después preparamos ambas instalaciones como se detalla a continuación:
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Pusimos los dispositivos en una sala controlada a 23° centígrados y 250 (+/- 50) lux.
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Configuramos el plan de energía en «Equilibrado».
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Ejecutamos todas las tareas programadas y automatizadas con el comando «Rundll32.exe advapi32.dll,ProcessIdleTasks».
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Instalamos todas las actualizaciones.
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Dejamos activadas todas las funciones de optimización de Windows.
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Repetimos todas las pruebas comparativas tres veces y luego hicimos un promedio de los resultados.
Veamos ahora las pruebas que efectuamos antes y después de actualizar a Windows 10, compilación 10240 (final, incluyendo las últimas actualizaciones publicadas hasta el 27 de julio de 2015):
1. Tiempo de arranque del PC
En las pruebas de tiempo de arranque, utilizamos el «Kit de herramientas de rendimiento de Windows®» de Microsoft. Estas herramientas las utilizan los fabricantes de software y hardware para ensayar el impacto que la duración de la batería y el rendimiento de sus productos tienen en equipos corrientes.
La diferencia no es tan grande, pero sugiere que Microsoft se está esforzando mucho por recortar el tiempo de arranque: la diferencia entre 9 y 8,3 segundos ni se nota en un dispositivo tan potente. En un PC o portátil más lento, el beneficio podría ser mucho más elevado.
Ganador: Windows 10
2. Tiempo de arranque de Internet Explorer
En un día de trabajo normal, se abren y se cierran aplicaciones constantemente. Unos tiempos de carga prolongados no solo son una molestia para el usuario, sino que también pueden entorpecer la capacidad de trabajar o navegar cómodamente por Internet. Por ello, hemos utilizado el Kit de herramientas de evaluación de Windows para medir cuánto tarda en iniciarse una aplicación, en este caso, Internet Explorer.
Como antes, una reducción de 0,9 a 0,45 segundos es algo que muy pocas personas notarían, pero es otro indicio de que Microsoft está mejorando el rendimiento.
Ganador: Windows 10
3. Rendimiento de escritura, navegación web y chat de vídeo
En la prueba siguiente usamos el instrumento de evaluación comparativa PCMark 8, que se basa en situaciones reales como navegar por Internet o el empleo de Office 2013, Adobe Creative Suite y otras herramientas para recrear casos de uso domésticos y laborales habituales. Mide el tiempo exacto, hasta los milisegundos, que tardan en llevarse a cabo las tareas:
Los números que se ven en los gráficos representan el tiempo que se tardó en alcanzar los puntos de referencia de navegación. Desafortunadamente, en esta ocasión los resultados fueron casi iguales. Una diferencia de 0,11 segundos está totalmente dentro del margen de error y no tiene ningún efecto real.
Ganador: empate
4. Rendimiento de Word, PowerPoint y Excel
En la siguiente prueba, usamos PCMark para ejecutar acciones automatizadas en Word, PowerPoint y Excel con el fin de medir el rendimiento al convertir y calcular un archivo enorme de Excel, por ejemplo.
Quedamos asombrados: todas las veces que repetimos la prueba, Windows 10 se ejecutaba un 8 % más rápido al trabajar con el paquete Office.
Ganador: Windows 10
5. Rendimiento de Grand Theft Auto V
Gracias a la ubicuidad de servicios como Steam y al aumento de ventas de PC y portátiles con grandes capacidades, las aplicaciones de juego no son solamente algunas de las más populares en los PC, sino que también son de las que más recursos consumen. Por eso usamos el mejor juego de 2015, Grand Theft Auto V, y su herramienta integrada de evaluación comparativa para medir el promedio de FPS (fotogramas por segundo) en diferentes escenas y situaciones del juego.
En realidad, Windows 10 mostró un rendimiento ligeramente inferior, pero estaba dentro de la tolerancia de prueba. Sin embargo, una de las principales ventajas de Windows 10 es la implementación exclusiva de la plataforma gráfica DirectX 12 de Microsoft, que se supone que acelera los juegos hasta un 50 %. Lamentablemente, aún estamos esperando que salgan títulos compatibles, así que de momento no hay forma de ponerla a prueba.
Ganador: empate
6. Rendimiento de Adobe Creative Suite
Mientras que las dos últimas pruebas se centraban más en las actividades de los consumidores, como navegar por la red o trabajar con Office, los usuarios profesionales suelen requerir niveles de rendimiento más elevados, de modo que pusimos a prueba los sistemas con Adobe Creative Suite.
Como antes, los resultados de Windows 10 fueron mejores, posiblemente debido a una mejora en la utilización de recursos y la compatibilidad de los controladores.
Ganador: Windows 10
7. Duración de la batería al trabajar
Microsoft prometió una mejor gestión energética en Windows 10 para ahorrar batería cuando el equipo no estaba conectado. En este caso, realizamos pruebas de trabajo con PCMark 8 (de forma repetitiva) hasta que se agotó la batería. El resultado:
Las tres veces que se repitió la prueba, Windows 10 duró 9 minutos más. No es una mejora impresionante, pero sí que es perceptible.
Ganador: Windows 10
8. Duración de la batería al jugar
Los juegos son lo que más batería consume, así que no es de extrañar que termináramos estas pruebas bastante pronto. Por desgracia, aun con los últimos controladores de NVIDIA (a 28 de julio de 2015), la duración de la batería, en lugar de aumentar, disminuyó con la 960M al jugar a GTA V:
Así es: Windows 10 mostró una reducción del 13 % en nuestras pruebas. Esperemos que NVIDIA y Microsoft estén colaborando para crear un controlador nuevo que subsane este problema.
Ganador: Windows 8.1
9. Duración de la batería al ver películas
Después de las pruebas de juego, nos sorprendió que las pruebas con películas arrojaran mejoras notables en Windows 10. Al ver un videoclip de 1080p una vez tras otra con Windows Media Player en Windows 8.1, la batería del portátil se agotó a las 2 horas y 25 minutos. Con Windows 10, duró muchísimo más: 3 horas. Seguramente Windows 10 haga algo para reducir la utilización de recursos durante la reproducción de películas.
Ganador: Windows 10
Veredicto
Windows 10, incluso en su primera versión, es un poquito más rápido que Windows 8.1, pero no hace magia. En algunos aspectos apenas mejoró, pero la duración de la batería aumentó notoriamente al ver películas.
Además, las pruebas se realizaron con instalaciones nuevas de Windows 8.1 y Windows 10. El aspecto en que los sistemas operativos ven verdaderamente mermado su rendimiento es la ralentización gradual que se produce con el tiempo y con la acumulación de programas o controladores instalados. Por eso, en nuestro próximo blog, vamos a instalar más de 150 programas en dispositivos nuevos con Windows 10 para ver cómo gestiona la carga el nuevo sistema operativo y lo que AVG puede hacer al respecto.
No te lo pierdas.