Con la aplicación de videochat Monkey, su hijo está a solo una pantalla de distancia de su nuevo mejor amigo... o de un depredador en línea. Mezcla de FaceTime, Tinder para adolescentes y Snapchat, Monkey es una aplicación cada vez más popular, pero sus implicaciones para la privacidad y sus características de seguridad han sido motivo de preocupación. Sepa cómo funciona realmente la aplicación Monkey y obtenga un navegador privado para asegurarse de que toda su navegación sea segura.
La aplicación Monkey es un videochat y una red social que empareja aleatoriamente a desconocidos para una videollamada cara a cara de 15 segundos. Un poco como la ruleta FaceTime con funciones similares a las de Snapchat, los usuarios también pueden chatear por texto con otros usuarios, añadir «momentos» y canciones a su perfil, describir su estado de ánimo y crear conversaciones en grupo.
Creado por adolescentes, para adolescentes, el videochat Monkey se describe a sí mismo como una especie de cita rápida para amigos. Tras emparejarlo con otro usuario al azar, el videochat comienza como una llamada cara a cara de 15 segundos para ver si hay conexión entre las dos personas. Si ambos usuarios pulsan el botón Time en la pantalla, el videochat continuará. De lo contrario, se reconectan automáticamente con un nuevo usuario para una nueva charla de 15 segundos.
Entre las aplicaciones similares a Monkey se encuentran Omegle y Chatroulette, pero Monkey se diferencia en que está dirigida específicamente a los usuarios de la Generación Z. Desarrollado y puesto en marcha por cinco adolescentes californianos, Monkey combina funciones de las redes sociales que los adolescentes conocen y adoran, como filtros, historias y deslizamiento de tarjetas, con datos de perfil que incluyen su nombre de usuario, edad, sexo y ubicación.
Para empezar a utilizar la aplicación Monkey, puede crear un perfil basado en su cuenta de Google o Facebook. Monkey extrae automáticamente datos como su nombre, fecha de nacimiento, sexo y ubicación directamente de su cuenta vinculada. Los emparejamientos del videochat son aleatorios, pero el algoritmo de Monkey conecta a personas de edad y ubicación similares y con intereses parecidos.
Si está familiarizado con las aplicaciones de las redes sociales y las plataformas de chat en línea como Snapchat o FaceTime, instintivamente sabrá cómo utilizar la aplicación Monkey, que se basa en perfiles de usuario, un algoritmo de emparejamiento y funciones de chat comunes como la mensajería directa.
Tras iniciar la aplicación Monkey y pulsar el botón Start Chat, se le añadirá automáticamente a una videollamada con un completo desconocido. La única información que verá es su sexo, foto de perfil, nombre de usuario, edad y ubicación.
Una vez que comience el videochat, dispondrá de 15 segundos para decidir qué hacer a continuación. Puede solicitar más tiempo para chatear o puede pulsar el botón Next para terminar inmediatamente el chat y emparejarse con otra persona. Si transcurren los 15 segundos sin que ambos usuarios pulsen el botón Time, la llamada finalizará automáticamente.
Los participantes también pueden añadirse mutuamente como conexión pulsando el botón Friend. Pero para volver a hacer una videollamada o pasar a un chat de texto, tiene que suscribirse a Monkey Plus, que actualmente cuesta 13,99 dólares al mes o 6,99 dólares a la semana. Además de la función de mensajes directos, Monkey Plus ofrece otras ventajas como permitirle clasificar las coincidencias exclusivamente por su sexo preferido o aplicar un filtro LGBTQ.
Monkey Plus permite filtrar las coincidencias de género o LGBTQ y chatear por mensajes directos.
La versión gratuita de la aplicación Monkey pone a disposición de los usuarios todas las funciones básicas, como crear un perfil y publicar «moments». Al igual que otras aplicaciones de redes sociales, puede seguir a personas para ver el contenido que comparten y ver cuántos seguidores más tiene una persona.
Los perfiles tienen un aspecto similar a los de Instagram e incluyen una biografía bajo una foto de perfil, junto a secciones en las que se apuntan intereses y aficiones. Por defecto, un perfil mostrará el signo zodiacal del usuario en función de su fecha de nacimiento, que no puede cambiarse una vez establecido. Los usuarios también pueden establecer un «mood» (estado de ánimo), e incluso elegir una canción que suene automáticamente al visitar su perfil.
Los llamados «moments» de la aplicación Monkey son una función gratuita de Monkey que funciona como las historias de Instagram o TikTok, en las que los usuarios pueden hacer una foto o un vídeo, editarlo y publicarlo. Pero los «moments» de los usuarios son visibles no solo en sus perfiles, sino también en la función de búsqueda de la aplicación Monkey, lo que la convierte en una función potencialmente peligrosa para las personas que comparten demasiado en línea.
«Duo» es otra función de la aplicación de vídeo Monkey, en la que se empareja a parejas de amigos o conexiones existentes con otras parejas que también utilicen «duo». Estas llamadas en directo, cara a cara, tienen todos los pros y contras del videochat con extraños, pero pueden ser una forma menos intimidatoria de explorar Monkey y conocer gente nueva.
La función «Knock Knock» de la aplicación Monkey ofrece un chat de texto como alternativa a una videollamada Monkey , pero solo está disponible con una suscripción premium. Puede ver los detalles de la persona con la que desea chatear, incluido su nombre, foto de perfil, ubicación y momentos que ha publicado antes de enviar una solicitud «Knock Knock» para chatear.
Los chats «Knock Knock» caducan a las 24 horas a menos que cada persona añada a la otra como amigo antes de que transcurra el tiempo. Aun así, Monkey no debe considerarse una aplicación de mensajería segura.
Las tarjetas son fotos de personas de los alrededores que los usuarios pueden deslizar a derecha o izquierda. Si dos usuarios pasan el dedo por encima de la tarjeta del otro, coincidirán. También existe la opción Super Like que notifica a la persona que desea hablar. Si le suena familiar, es porque funciona igual que la función de emparejamiento de aplicaciones de citas como Tinder.
La pregunta es: ¿es Monkey una aplicación de citas? Oficialmente, Monkey no está clasificada como una aplicación de citas. Pero tiene características de las aplicaciones de citas, como el emparejamiento con la funcionalidad de deslizamiento y la búsqueda de usuarios locales. Otros aspectos hacen que Monkey se parezca aún más a una aplicación de citas, como el hecho de que los usuarios de Monkey Plus puedan especificar la preferencia de género de los perfiles mostrados y puedan ver a quién le han gustado sin tener que hacer un match.
La aplicación Monkey afirma utilizar el aprendizaje automático de la IA para controlar y detectar contenidos o actividades sexuales que infrinjan sus políticas. Y Monkey también tiene un equipo de moderación 24/7 para revisar las denuncias enviadas por los usuarios y ofrecer asistencia por correo electrónico.
Pero la aplicación también declara abiertamente en su Centro de seguridad que «la gente tiene el poder» y que, en gran medida, Monkey es una aplicación «autogobernada». Si un usuario se ve expuesto a contenido sexualmente explícito o inapropiado, se le pide que pulse o haga clic en el emoji de la policía situado en la esquina superior derecha de la pantalla de la persona para enviar un informe para que lo revise el equipo de moderación.
El icono de la policía en la aplicación Monkey.
A pesar de las políticas de seguridad de Monkey, es habitual ver contenido sexualmente explícito en la aplicación. Y a diferencia de algunas aplicaciones para iPhone y Android en las que se pueden optimizar los permisos de las aplicaciones, con la aplicación Monkey o lo tomas o lo dejas.
No, la aplicación Monkey no es segura para los menores. Debido a las laxas políticas de verificación de la edad, las preocupaciones sobre la privacidad y los persistentes problemas con contenidos nocivos y sexuales, la aplicación Monkey no protege a sus hijos en internet. Existe un amplio consenso entre los organismos autorizados de todo el mundo en que los menores no deben utilizar la aplicación Monkey.
La aplicación de salvaguardia Safer Schools, con sede en el Reino Unido, lanzó una alerta en la que avisaba de que Monkey era «extremadamente peligrosa».
El grupo estadounidense de defensa de la seguridad en internet Protect Young Eyes concluyó que Monkey «no es seguro para los niños y debe evitarse».
El Washington Post informó de que la aplicación Monkey era inapropiada para los adolescentes debido al contenido sexual dirigido a menores.
Nosotros mismos probamos la aplicación y se nos mostró contenido sexual inapropiado en los primeros 30 segundos. He aquí un análisis más detallado de algunos de los defectos fundamentales que hacen que la aplicación en línea de Monkey sea tan peligrosa para los niños:
Monkey requiere oficialmente que los usuarios tengan al menos 18 años para utilizar la aplicación, pero no existe un proceso de verificación de la edad. Aunque se exige a las personas que introduzcan su fecha de nacimiento al registrarse, nada impide que un niño pequeño introduzca una fecha de nacimiento falsa para poder acceder al videochat de Monkey.
Esta falta de verificación significa que los adultos también pueden manipular sus perfiles para aparentar ser mucho más jóvenes de lo que realmente son, y engañar al algoritmo para que les empareje con usuarios jóvenes - potencialmente menores de edad.
Las aplicaciones de vídeo similares que corren el riesgo de exponerse a contenidos adultos tienen filtros. Por ejemplo, los padres pueden dejar que sus hijos vean YouTube de forma segura mediante el ajuste de los controles parentales en el dispositivo o en la propia aplicación. Monkey, sin embargo, no tiene tales controles, y los usuarios no pueden saber qué o a quién verán cuando se conecten.
Monkey es una aplicación de red social centrada en compartir información personal y en reducir las barreras de la privacidad. Aparte del hecho de que no puede utilizar la aplicación sin darle acceso a su cámara y micrófono, también implica compartir otro tipo de información potencialmente sensible, como:
Información personal: El registro de una cuenta en Monkey requiere que dé su nombre y fecha de nacimiento, y que proporcione una foto de perfil, aunque esta puede ser un avatar anónimo.
Información automática: Tanto la aplicación como la versión para navegador de Monkey extraen automáticamente información sobre su navegador, dirección IP y datos de uso.
Contenidos generados por los usuarios: Aunque no es obligatorio, se anima a los usuarios a compartir fotos, vídeos y capturas de pantalla personales con otros usuarios en forma de «moments».
La saturación de las redes sociales hace que la mayoría de la gente se sienta cómoda compartiendo información personal básica en línea. Pero la recogida automática de datos de su dirección IP se utiliza para mostrar su ubicación a otros usuarios. Indicar que su ubicación es una gran ciudad cualquiera, quizá por razones de anonimato o privacidad, no es posible, ya que Monkey extrae datos de su conexión a internet y revela su ubicación física actual real.
La aplicación compromete aún más la privacidad del usuario porque no puede garantizar la protección de la información frente a pérdidas, usos indebidos o alteraciones. Este enfoque laxo de la privacidad y la seguridad expone a los usuarios al riesgo de violaciones de datos, y podría dar a los hackers fácil acceso para espiarle a través de una webcam pirateada o infectar su dispositivo con spyware.
El aspecto más impactante de la aplicación Monkey es el riesgo extremadamente alto de exposición a contenidos sexuales y otros contenidos inapropiados. A pesar de las afirmaciones de Monkey sobre la moderación de contenidos, los revisores han constatado que la plataforma está inundada de anuncios de sexo, así como de pornografía, masturbación y zoofilia. Estos contenidos nocivos suelen aparecer durante unos segundos antes de desaparecer, lo que significa que en muchos casos ni siquiera hay tiempo para denunciar la violación del contenido.
Monkey, la aplicación, sigue existiendo, pero solo en plataformas Android y de escritorio después de que la aplicación Monkey para iOS fuera retirada de la App Store de Apple por motivos de seguridad. Sin embargo, los usuarios de iPhone pueden seguir accediendo a Monkey a través de su navegador web móvil, lo que significa que la aplicación Monkey sigue estando disponible en EE. UU. y en la mayoría de países, y puede ser utilizada prácticamente por cualquier persona y en cualquier dispositivo.
Aunque debe tener libertad para hacer utilizar internet como le plazca, nunca debe poner en peligro sus datos confidenciales al hacerlo. Siempre que esté en línea, utilice un navegador seguro y privado.
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