¿Cuántas cámaras potencialmente espías tienes? La webcam, la cámara del smartphone y el sistema de vigilancia doméstico se pueden usar para hacer espionaje. Desde un ex obsesionado hasta hackers que están a la caza de tus datos personales, cualquiera puede secuestrar fácilmente tu webcam y convertirte en el actor protagonista de su propio programa de telerrealidad.
Hay un RAT husmeando
¿Alguna vez te han arreglado el PC de forma remota? Llamas al servicio de atención al cliente, sigues unas sencillas indicaciones y el interlocutor que está al otro lado de la línea —y, a menudo, en el otro extremo del mundo— accede a tu equipo para arreglarlo.
El software de administración remota es bastante común, pero no siempre se usa con fines nobles. Cuando está programado para invadir equipos, se denomina «troyano de acceso remoto» (RAT, por su sigla en inglés). Programas de malware como SubSeven, Back Orifice, Poison-Ivy, ProRat (y la lista continúa) son las armas definitivas de pirateo.
La seguridad del correo electrónico es algo más que elegir una contraseña fuerte. El software de espionaje por webcam se propaga a través de freeware, correos electrónicos no deseados (spam) con archivos adjuntos infectados o vínculos a sitios web falsificados. Los archivos ejecutables maliciosos se pueden combinar con software legítimo con el objeto de instalar malware en segundo plano, sin que tú tengas que hacer nada ni te enteres.
Una vez que el troyano está en el PC, el ciberacosador puede ver lo que haces en Internet, leer mensajes, capturar tu pantalla y las pulsaciones de teclado, así como hacerse con el control total del equipo, cámara incluida. Pero la lucecita verde te avisará si hay alguna actividad sospechosa en la webcam, ¿verdad? Pues no. Los hackers la pueden desactivar, así que podrías no darte cuenta nunca de que te están observando.
Sonríe, ¡podrían estar viéndote!
Por desgracia, las malas noticias no acaban aquí. Los RAT se pueden comprar en la red y en YouTube hay miles de vídeos donde se explica su uso. Escuelas que vigilan en secreto a los alumnos, cibercafés que espían a los clientes o servicios gubernamentales que siguen todos tus movimientos... Desde un ex celoso hasta acosadores sexuales, cualquiera puede prepararse para ser un ciberespía.
El bloqueo por huella digital no es tan seguro como se piensa. Por eso, proteger el smartphone con una contraseña fuerte es imprescindible. Si consiguen acceder a tu teléfono, los fisgones pueden instalar aplicaciones para leer tus mensajes, escuchar tus llamadas y ver tu ubicación. Y, con algo más de pericia, pueden verte por la cámara del teléfono incluso estando apagada la pantalla.
En cuanto a las cámaras de vigilancia, te sorprendería saber cuántas personas ni siquiera se molestan en cambiar la contraseña predeterminada. Las cámaras de seguridad son tan vulnerables como un PC, con el añadido de que la grabación se puede retransmitir en directo por Internet para que todo el mundo la vea. Una búsqueda simple en Shodan da a conocer todos los dispositivos desprotegidos que están conectados al Internet de las cosas.
Así, con muy poco esfuerzo, los ciberdelincuentes son capaces de detectar cualquier cámara desprotegida que haya en tu casa y piratearla para observarte a ti y a tu familia durante vuestros momentos más íntimos.
Cómo prevenir el pirateo de webcam
Ya sabemos que, a través de las cámaras, los fisgones pueden entrometerse en tu vida privada. ¿Qué puedes hacer para parar los pies a los espías de webcam?
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Cubre la webcam o desactívala si no la usas. Diversas fuentes afirman que hasta el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, y el antiguo director del FBI, James Comey, la tapan con cinta adhesiva.
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Usa siempre un antivirus actualizado y comprueba que el cortafuegos esté activado.
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Utiliza las cámaras solo con una conexión a Internet que sea segura.
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Mantén actualizados el sistema operativo, el navegador y el software.
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No hagas clic en vínculos sospechosos ni chatees con desconocidos en la red.
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Ten precaución con los correos falsos que parecen proceder de fuentes de confianza y te piden que descargues archivos adjuntos, que hagas clic en un vínculo o que facilites datos personales.
Protege todas las cámaras
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El smartphone también necesita protección: configura una contraseña segura, usa un antivirus y actualiza el software.
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Si tienes un sistema de vigilancia, cambia la contraseña predeterminada por otra que sea segura.