Los bloqueadores de publicidad son la última moda. Diseñadas para equipos de escritorio, portátiles, tablets y smartphones, estas aplicaciones y extensiones de navegador te ofrecen el contenido digital que buscas después de eliminar esos anuncios que no dejan de parpadear.
¿Deberías instalar un bloqueador? Para ayudarte a decidir, te explicamos las razones por las que te conviene instalar un bloqueador de publicidad... y las razones por las que no.
Primero, los pros:
1. Hace que la navegación sea más segura
Los atacantes están empezando a comprar espacios publicitarios en algunos de los sitios web más populares del mundo y a llenarlos de anuncios maliciosos que pueden producir cuantiosos daños en los equipos y los datos. La forma más rápida y sencilla de neutralizar este problema es bloquear los anuncios en línea, para que no aparezcan.
Un bloqueador de publicidad sirve para eliminar muchos anuncios en Internet y reduce la probabilidad de los ataques de malvertising. Sin embargo, los bloqueadores de publicidad no bloquean todos los anuncios; de hecho, numerosas empresas desembolsan grandes sumas de dinero a los desarrolladores de estos bloqueadores con el fin de que sus anuncios se muestren (nos referimos a Adblock Plus). Esto quiere decir que tendrías que tomar medidas adicionales para garantizar una protección absoluta.
2. Impide que los servidores de publicidad te rastreen
Los servidores de publicidad no se limitan a colocar anuncios en el navegador: también vigilan lo que haces en la red y recopilan todo tipo de información personal sobre ti y tus hábitos que luego pueden vender a terceros o usar para enviarte anuncios todavía más personalizados. Los bloqueadores de publicidad aseguran ser capaces de impedir que los servidores de publicidad te rastreen.
3. Acelera la carga de las páginas
Cuando el bloqueador de publicidad detiene el código de análisis, el texto y las imágenes que acompañan a todo anuncio en línea, el navegador se puede concentrar en cargar el contenido propiamente dicho del sitio que quieres visitar (por ejemplo, un artículo que quieres leer o un vídeo que quieres ver sin distracciones).
4. Alarga la duración del plan de datos (y te ahorra dinero)
Esto se ajusta especialmente al caso de los internautas que desean navegar sin anuncios. Los resultados de algunas pruebas demuestran que al visitar sitios de noticias, los anuncios gastan más de la mitad de los datos móviles. Aunque los resultados varían una barbaridad de un sitio a otro, una vez que se eliminan los anuncios digitales de la ecuación hay muchos menos datos que descargar, algo que puede beneficiar a tu bolsillo si tienes un plan de datos reducido.
5. Despeja enormemente la experiencia de navegación
La ventaja principal y más evidente de usar un bloqueador de publicidad es que no ves anuncios. Los sitios web están más despejados, no aparecen ventanas de repente, no hay efectos de sonido repentinos y molestos... Sustituir todos los anuncios por agradables espacios en blanco que facilitan la lectura puede convertir el tiempo que pasas en internet en una experiencia radicalmente distinta. Es como dejar que la gurú del orden Marie Kondo haga magia en el navegador.
Si todo lo que hemos dicho hasta ahora sobre los bloqueadores de publicidad suena maravilloso, es porque, por lo general, son herramientas muy útiles y prácticas. Lo que estamos diciendo es que instalar uno da sus frutos. Pero, como todo en esta vida, los bloqueadores de publicidad tienen un lado no tan positivo que debes conocer.
Estos son los contras:
1. Puede hacer que desaparezcan funciones y contenido importantes
Abundan las historias de bloqueadores de publicidad que arruinan la experiencia del usuario en toda clase de sitios web, desde motores de reserva de vuelos hasta tiendas de compra en línea, y a veces la página se queda inutilizable. Algunos bloqueadores demasiado ávidos se tragan por completo carros de la compra, aplicaciones de mensajería instantánea integradas para ofrecer atención al cliente y hasta páginas enteras de productos.
Por fortuna, es fácil evitarlo, permitiendo sitios concretos; para ello, se añaden a una lista de sitios web que el bloqueador de publicidad no tiene permiso para tocar. Desgraciadamente, en casos así se aplica perfectamente eso de «uno no sabe lo que no sabe»: si desde el principio no puedes ver una función, es imposible que sepas que falta. Mantener activado el bloqueador de publicidad implica, en ocasiones, no poder disfrutar de una navegación totalmente funcional como contrapartida a la ausencia de anuncios.
2. Puede vender tus datos de navegación a terceros
¿Recuerdas eso de que muchos bloqueadores de publicidad impiden que los servidores de publicidad rastreen lo que haces en línea? La otra cara de la moneda es que, en algunos casos, son los propios bloqueadores los que llevan a cabo un seguimiento y luego envían o venden los datos a terceros. Yupi. Quedas avisado.
3. Puede ser la simiente de Satán y convertirte en un súbdito sin tu conocimiento
Vale, no es tan grave, pero los bloqueadores de publicidad se encuentran en una zona de ética difusa, en el sentido de que representan una amenaza existencial para muchos medios de comunicación independientes que dependen de la publicidad digital para lograr ingresos. Hasta los más grandes del panorama mediático se han visto afectados.
En última instancia, depende de ti encontrar el equilibrio ético entre protegerte de los peligros y el fastidio de la publicidad en línea, y dejar que los medios digitales mantengan su viabilidad y progresen. Nosotros aconsejamos permitir sitios seleccionados, y para ello tienes que desactivar el bloqueador en los sitios que deseas apoyar.